jueves, 18 de noviembre de 2010

Las batallas en el desierto

Los bueno libros no se miden por la extensión

En éste breve relato del ganador del premio Cervantes de las letras 2009, “José Emilio Pacheco”, se nos muestra una descriptiva visión de lo que era el México de los años cuarenta; donde pese a los problemas a los que se veía sometido el país gobernado por Miguel Alemán, todavía se podían apreciar ríos y montañas.
El autor supo plasmar en un monto de 67 páginas como eran las costumbres y creencias de aquella época.
Las batallas en el desierto es un libro que permite el acceso de cualquier persona a sus páginas, encontrando un lenguaje coloquial con una extensión extremadamente cómoda para cualquier lector. Y aunque podría parecer algo ligera la lectura, no se ve afectada a la simpática historia sobre Carlos un pequeño que se enamora de la mamá de un amigo suyo “Mariana”.
Cabe mencionar que lo que le da sabor a ésta narración, es la forma de describir los momentos y situaciones a las que se ve expuesto el personaje protagónico de la historia. Aspecto que permite que te adentres en la forma de actuar de muchas familias mexicanas de la época, que se mantenían sumisas teniendo como filosofía de vida: La honradez y la dignidad por sobre todas las cosas.
Las vivencias de Carlitos y su familia lanzan un mensaje a las manos del lector sobre la fortuna de poder disfrutar las peculiaridades de una época. Nunca está de más recordar aquello que nos formo para ser lo que somos hoy.
Con éste tipo de lectura se nos invita a disfrutar de un bombardeo de recuerdos de forma divertida, y aunque tal vez si se esperaba un poco más sobre la historia de Carlos, que al igual que toda persona creció con el paso de los años dejando un sin número de personas y momentos atrás, se puede aplaudir la capacidad de síntesis del autor.
José Emilio Pacheco introdujo con ésta narración una nueva idea, que sería que no todos los libros buenos tienen que tener una extensión de más de 200 páginas, ya que si logras desenvolver la historia en un contexto resumido, no resulta necesario prologar la existencia de un personaje literario, ya que logró cumplir su función con un inicio, clímax y desenlace.

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