martes, 28 de septiembre de 2010

SIDA: "25 AÑOS EN MÉXICO"





El VIH llegó proveniente de los Estados Unidos. Los primeros casos conocidos fueron localizados en varones de elevado nivel profesional que habían residido en EU. A diferencia de los casos que se presentaban en ese país, donde las personas fallecían de neumonía, en México la diarrea fue el cuadro más frecuente.
Existe una hipótesis en torno a la llegada del VIH a México: se menciona que las primeras personas que vivían con VIH lo contrajeron en el año de 1981 y en 1983 fueron diagnosticadas. En 1985 se registraron los 2 primeros casos de VIH en mujeres con historia de transfusión sanguínea.
Hoy debido a alarmantes encuestas se ha comprobado que México es el tercer lugar en América en número de personas que viven con VIH, después de Estados Unidos y Brasil, con 118 mil casos hasta marzo de 2008, de los cuales el 35 por ciento aún se encuentran con vida y del 11 por ciento se desconoce su evolución. Y aun sin saber cómo se desenvolvió éste virus, los médicos que en aquel entonces trataban de bautizar con un nombre apropiado a la enfermedad, decidieron llamarla “GRIM” debido a que la mayor parte de los contagios se daban entre la comunidad LGBT. Años más tarde debido a las protestas de civiles e incluso de algunos médicos el nombre cambio a lo que conocemos hoy actualmente.
         En la República Mexicana, cinco entidades federativas concentran el 50 por ciento de los casos. Encabezando la lista se encuentra el Distrito Federal con 20 mil 881 casos, seguido del Estado de México con 12 mil 183, posteriormente se encuentra Veracruz con 10 mil 920, después Jalisco con 9 mil 911 y Puebla con 5 mil 676.
         Entre los años de 1990 y 1994 se comenzaron a tomar medidas de intervención propias, posteriormente se logró la inclusión de los medicamentos antirretrovirales en el cuadro básico general y en 2001 el acceso universal a fármacos.
         Lo que resulta una traba importante en la lucha por disminuir los casos de HIV en México, es que la información de las mediadas preventivas es relativamente actual y las personas no están interesadas en mantener actualizada la información que tienen sobre las enfermedades venéreas.
         Actualmente se cuenta en México con una red de centros de ayuda tanto física como psicológica para los pacientes cero positivos ya que la tendencia de las personas es ocultar su condición debido a la discriminación que se da en torno a esta enfermedad.
 Un paso realmente importante es el hecho de entender cómo se trasmite el VIH y cuáles son las medidas preventivas cuando eres un practicante de relaciones sexuales de alto riesgo o simplemente de actitudes que podrían llevarte a contagiarte de ésta enfermedad; como usar agujas que no están esterilizadas o recibir transfusiones de sangre infectada.
         Se ha sin duda satanizado a esta enfermedad ya que con un tratamiento médico, buena alimentación y sin duda ganas de mejorar, no es más que una enfermedad crónica con la que puedes llegar a vivir toda la vida.
El primer tipo de medicamentos que puedes utilizar en caso de ser VIH positivo, se denomina inhibidores análogos nucleósidos de la transcriptasa inversa que también se conocen en los E.U.A como "nukes". Cuando el VIH infecta una célula sana necesita el ADN de la célula o las instrucciones genéticas para poder ensamblar copias de sí mismo. Estos medicamentos actúan bloqueando la capacidad del VIH para copiar el ADN de una célula.
El segundo tipo de medicamentos se llama inhibidores no nucleósidos que previenen que el VIH use el ADN de una célula sana para hacer copias de sí mismo, pero de una manera ligeramente diferente.
         El tercer tipo de medicamento se llama inhibidores de proteasa. Estos medicamentos funcionan previniendo que las células infectadas liberen el VIH dentro del cuerpo.
El cuarto tipo de medicamento se llama inhibidor de fusión; tal es el caso de enfivirtide (nombre de marca: Fuzeon). Este medicamento trabaja previniendo la entrada del virus VIH dentro de las células sanas de su cuerpo. Este medicamento es inyectado por un médico.
Algunos centros de apoyo reconocidos son CONASITS, CAPPSIDA Y COPSIDA. La difusión de información sobre los avances en cuanto a esta enfermedad han abierto poco a poco la mentalidad de miles de personas en el mundo. Aunque hoy en día todavía sigue presentándose una fuerte repulsión y discriminación hacia las personas HIV positivas cuando lo que realmente se necesitaría es tener información para entender que sólo es una enfermedad crónica al igual que la hipertensión, al tratarla mejora la calidad de vida y mejor aun cuando se apoya a las personas los tratamientos son aun más efectivos.


lunes, 20 de septiembre de 2010

"La familia en el bicentenario"

“La familia del bicentenario”


En éste bicentenario el verdadero espectáculo no fueron las luces o fuegos artificiales, fue observar la tradición familiar que año con año se lleva a cabo por miles de mexicanos ¡El pozole, los pambazos, las tostadas, el rico arroz con leche y el simple hecho de pasar un buen momento en familia!
 Es de verdad de aplaudirse la devoción con la que se siguen ciertas costumbres en nuestro país. No importa si conoces a Miguel Hidalgo o Morelos, ya que si tienes un buen sazón en automático te conviertes en un héroe o heroína de las fiestas patrias.
La heroína de la familia Muñoz éste año fue la tía Silvia Cabrera, que logró después de horas cocinando, el estallido perfecto de los granos de maíz y un menú extenso de ingredientes que hicieron de éste no sólo un plato de pozole, si no “El pozole”.
Después de haber saboreado la gama de platillos preparados, pasamos a la sala a un divertidísimo momento de karaoke familiar; que en pocas palabras significa que nadie sabrá cantar o que mi primo José, que se cree el potrillo, intentará impactar a todos cantando “Mujeres divinas”; pero lo que muchas personas no saben es que lo que te da puntos en el karaoke familiar es precisamente no saber cantar, ya que es lo que divierte.
Momentos después de la risa y la tortura auditiva, prendimos la tele para observar el teatrillo que se aventaron las autoridades de nuestro país; y claro para ver a “Don Felipe Calderón” dando el famoso grito, que curiosamente resultó ser un grato momento familiar.
Así que ¿Realmente qué fue el bicentenario? ¿Qué fue lo que festejamos? Me pregunto. Porque a nivel país seguimos teniendo infinidad de problemas; pero he ahí cuando tenemos que entender que no todo es narcotráfico, ni corrupción, ni violencia.
Hay personas en éste país que todos los días se levantan temprano para ir a trabajar o a estudiar, que sienten gusto por estar con su familia y tienen mucho que ofrecer. Es sólo que nunca volteamos  a ver a esas personas que con granitos de arena han ido sacando a México adelante.
Pensemos entonces ¿Qué es lo que vale la pena observar al hablar de nuestro país? ¿Es más valido criticar que encontrar acciones para llegar a una solución? El bicentenario no fue más que una fecha importante para que volteemos a ver a aquellos que se esfuerzan por tener un espíritu de identidad, libertad y fraternidad, ya que si como si festejamos, nos unimos para encontrar soluciones, México ya sería una potencia mundial.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Divas y galanes del cine mexicano



En aquellos años, la cinematografía mexicana incorporó a un gran número de estrellas nacionales y extranjeras. Estos actores y actrices han permanecido en la memoria colectiva de varias generaciones de mexicanos y ahora forman parte de nuestra herencia cultural, ¿Y por qué no dar merito a las divas y galanes del cine mexicano? Es indudable que aunque no todos se caracterizaban por la belleza física, resultaban tener un talento nato para acoplarse a un personaje; tomemos como ejemplo a Mario Moreno “Cantinflas” no es un secreto para nadie que el hombre no tenía ni un pelo para ser el galán de ninguna película, y aun así logró ser un fenómenos escénico de la década de los 40’s ¿Por qué se puso en un pedestal a éste peculiar personaje? Por su belleza, claro está, no fue; a mi punto de vista fue por que presentó una nueva propuesta en la interpretación de personajes del cine mexicano; tengo que admitir que si me he llevado, buenas tardes de entretenimiento cuando llego a ver sus películas en el canal de cablevisión “De película”; Su enredado estilo de hablar incesantemente sin decir nada, con base en alusiones y dobles sentidos, despertó en las personas el mismo morbo que hoy día despierta ver al ex Patiño de Eugenio Dervez “Samy”, de ahí su éxito; aunque realmente su situación en el cine se salvó al coincidir con el director Juan Bustillo Oro, que tenía gran dominio del actor, del diálogo y de la trama de las películas. De manera insólita, el gusto que tenía Bustillo Oro por la comedia de enredo con diálogo en exceso, resultó el agente natural para el pícaro personaje que trama primero enamorar a la sirvienta, para saquear la despensa de los patrones y que luego finge ser el hermano de la señora de la casa, con el fin de vivir a expensas de Cayetano, el ingenuo marido.
Bustillo admiraba tanto a Mario Moreno como los directores previos, pero poseía un mayor sentido del conjunto: pocas películas de la época presentan un equilibrio tal de buenas actuaciones como “Ahí está el detalle”, con un brillo que no decae nunca, pese a la gradual complicación del enredo, que termina con la célebre escena de Cantinflas en el juzgado, respondiendo por la muerte de Bobby. “El cine es un trabajo que se compone de muchas piezas que hasta que las unes y logras una completa armonía es cuando obtienes calidad en tu trabajo” En sí en muchas de las películas siempre falta alguna pieza. En México, por muchos determinantes históricos, se retraso demasiado la evolución de los films dejando como consecuencia una falta estilo que no permitía una definición en los directores y actores mexicanos. Pese a todos estos obstáculos siempre hubo galanes o divas que lograron sacar a flote muchas películas. Es curioso que al pensar en la pantalla grande imaginamos una elite por arriba de cualquier mortal ¡Vamos gente, para representar a cualquier personaje no se necesita tener una carrera, solo necesitas carisma o una cara bonita! La cara bonita fue lo que le funcionó a doña María Félix que no pensaba ser actriz cuando Fernando Palacios, quien había dirigido un solo largometraje, la abordó en una calle del centro de la Ciudad de México, un día de principios de 1942.
María tenía 26 años, un divorcio, un hijo y un trabajo como recepcionista en un consultorio cuando Palacios la convenció y la transformó: la sometió a cirugía plástica, le enseñó dicción, la exhibió en actos y fiestas del medio cinematográfico e incluso, sin que hubiera estado frente a una cámara, la llevó a Hollywood. Una vez elaborada su imagen, María debutó en plan estelar, en septiembre de 1942, al lado de Jorge Negrete, en El peñón de las ánimas.
Tuvo su papel definitorio como Doña Bárbara, la ambiciosa adaptación de la novela de Rómulo Gallegos filmada por Fernando de Fuentes. El encuentro con el veterano director fue el otro gran paso de doña María Felix. Su siguiente película, La mujer sin alma, matizaba y enriquecía al personaje de la mujer fatal, que asume los atributos masculinos y ejerce el poder de su sensualidad como una venganza contra la autoridad masculina. Al pensar en estas interpretaciones no queda más que decir ¡Doña María Félix es usted un buen legado para el cine mexicano! ¡Qué importa si la sacaron de la calle, sin duda supo aprovechar la oportunidad que toco a su puerta! Rompió de manera sutil, el esquema en que se veía la mujer en esa época “Abnegada con marido macho” por “Mujer independiente e inteligente con marido mandilón” Fue la primera estrella con la capacidad para crear sus propias leyendas: en seis años hizo 16 películas, todas estelares, la mayoría de primera magnitud. En 1946 se encuentra con Emilio Fernández, quien le daría su papel más rico hasta la fecha, el tragicómico de la niña rica asediada por el general revolucionario de Enamorada; al año siguiente, el director la volvería el símbolo de la fortaleza y la debilidad de toda la nación en Río Escondido, y en 1949, convertida en la encarnación del esplendor del nuevo régimen, objeto de homenajes de políticos y artistas, retratada por Diego Rivera, cantada por Agustín Lara, viajaría a filmar a Europa. Lo que en resumen se puede decir sobre la señora María Félix, es que dio vida a los guiones de directores de los cuales ella tuvo los papeles estelares. Y aunque si fue uno de los elementos clave de nuestras divas mexicanas, no se puede descartar el talento de toda la gama de actores que residía en la industria fílmica mexicana de aquella época; y como podemos definir ¿Qué diva o galán tenia realmente la cepa para darle un toque cómico, abnegado e incluso imponente a un personaje? Pues en definitiva el enfoque es cuestión de gusto, pero en el caso en especial del cine de oro mexicano, era la habilidad que tenían los actores o actrices para ser elegantes, mantener una pose que los hiciera verse bellos, lograr que el público los identificara como unos desgraciados o la encarnación de la ternura. Personalmente adoro ver a la doña haciéndola de desgraciada, por que el papelito le quedaba como anillo al dedo, y también ¡Por qué no! Ver la contraparte, con Dolores del Rio, siempre la mujer abnegada y elegante, que representaba la forma en que se suponía que eran las mujeres de aquella época. En Hollywood, Dolores del Río filmó más de treinta películas, se divorció de su primer esposo, se casó con el escenógrafo Cedric Gibbons y se convirtió en una celebridad internacional. Cuando su fama entró en declive regresó a México, sin imaginar que iniciaría una nueva y exitosa carrera; en la que no se le pudo dar mejor bienvenida que ser protagonista en la excelente película de “La cucaracha” que trataba sobre un coronel villista que llega a un pueblo controlado por los Carrancistas. Aunque son aliados, Zeta encarcela y ordena fusilar al coronel Zúñiga y a varios de sus hombres para tomar el control del pueblo. Entre los muertos está el amante de "La Cucaracha", una bragada soldadera que capitaneaba un grupo de mujeres armadas. A los combates entre las tropas se suman los enfrentamientos entre Zeta y "La Cucaracha" y la aparición de Isabel, una mujer burguesa obligada a unirse al grupo de revolucionarios; el papel que interpretó Dolores del rio, sin duda encajaba hasta con su perfil personal de princesita burguesa, así que el papel en sí fue como pan comido para ésta actriz, solo tenía que ser ella misma para lograr entender al personaje de Isabel.
Siguiendo con la línea de personajes de ésta película, como dejar afuera a nuestros galanazos: Antonio Aguilar, Pedro Armendáriz y Emilio Fernández; estos hombres cautivaron a cientos de mujeres a finales de los 50’s. Lo que siempre será un misterio es ¿Por qué los consideraban un símbolo de galantería? ¿Sera por qué montaban a caballo? ¿El bigote? Es posible que nadie pueda dar una respuesta coherente a ese enigma, pero de una u otra forma estos supuestos machos mexicanos representaban a los galanes del cine mexicano ¡Es impresionante, lo sé! Pero supongo que la tendencia de antes era hacia el físico rudo. Tomando en cuenta éstas características, podemos resaltar a Emilio Fernández como otra de nuestras del cine de oro mexicano. Fernández hizo lo propio alrededor de 1934, año en que participó como actor en Corazón bandolero (1934) de Raphael J. Sevilla y en Janitzio (1934) de Carlos Navarro, su primer estelar.
Alternando su carrera de actor con la de guionista, Fernández consiguió darse a conocer en el naciente mundillo cinematográfico mexicano de los primeros años del sonoro. Para 1936 ya había escrito el guión de La isla de la Pasión (Clipperton) (1941), película que señalaría su debut como director. Realizada gracias al apoyo de Juan F. Azcárate -un militar convertido en productor de cine- la primera cinta del "Indio" obtuvo un éxito modesto pero suficiente para cimentar su carrera como realizador. Dos años más tarde, Fernández se apuntaría sendos éxitos consecutivos con Flor silvestre (1943) y María Candelaria (1943).
Durante los siguientes cinco años, Emilio Fernández consiguió algo que ningún director mexicano hasta entonces había logrado: crear una estética propia. El "Indio" construyó un México cinematográfico de nubes, magueyes, haciendas y claroscuros que se convirtió, para bien o para mal, en la imagen de nuestro país en el resto del mundo.
La "fórmula" del cine de Emilio Fernández no logró sobrevivir más allá de una década, pero su inolvidable presencia y constante actividad lo convirtieron en un símbolo de continuidad para una maltrecha industria cinematográfica que daba tumbos sin lograr recuperar su antiguo prestigio. En los años setenta, con el apoyo del Estado, Fernández lograría filmar sus cuatro últimas películas, ninguna de las cuales aportó mucho a su dispareja filmografía. Su leyenda, sin embargo, estaba firmemente enraizada en el imaginario fílmico mexicano, el cual no podría existir sin la presencia del "Indio" Fernández.
Aunque no logró mucho como director, su alias, logró darle el prestigio que necesitaba para calificar en nuestra lista de galanes. La tendencia que tenían los protagonistas de las películas de representar al macho con sombrero y caballo, se debía a un fenómeno muy peculiar que surgió con la película “Allá en el rancho grande” que fue el filme que encontró la fórmula comercial capaz de convertir al cine mexicano en una verdadera industria. Era un melodrama ranchero, con una historia semejante a la del filme mudo titulado En la hacienda (1920). La trama, ubicada en una idílica hacienda en una época indefinida, estaba matizada por canciones interpretadas por el galán Tito Guízar.
Allá en el Rancho Grande fue la primera cinta mexicana que mereció estreno en los Estados Unidos. También mereció el honor de ser la primera cinta nacional que ganó un premio internacional: el de mejor fotografía, otorgado a Gabriel Figueroa en el Festival de Venecia de 1938. El filme cautivó al público en todos los países de habla hispana, y abrió las puertas a la catarata de filmes que consolidaron la época de oro.
Al referirnos a ésta película ¡Por fin podemos exaltar la galantería de un actor mexicano! Tito Guizar, que fue un intérprete mexicano considerado como el primer héroe cinematográfico de México, representó el inicio del charro mexicano, considerándose como el primer charro del cine mexicano. Su madre, Adela Tolentino de Guízar, aficionada a la música, fue quien inició al joven Tito en el gusto por la música mexicana. Tuvo como maestros a reconocidos cantantes mexicanos e italianos, incluido el célebre tenor de Ópera Tito Schipa. Varios años después, llegaría a presentarse en el Carnegie Hall de Nueva York. En la película Marina (1945), versión de la homónima zarzuela española y acompañado de la soprano Amanda Ledesma, Tito muestra aceptables dotes de tenor lírico.
Alto, elegante y atractivo, muchos lo consideraron la versión latina de Roy Rogers.  Hacia el decenio de los años treinta despega su carrera en Hollywood, California. Fue conductor durante 7 años de uno de los primeros programas bilingües de la radio estadounidense en la cadena CBS. Durante ese tiempo actuó en varias películas de la "Paramount Pictures" como protagonista, alternando con actores ya famosos como Bob Hope, W.C. Fields, Virginia Bruce, Dorothy Lamour y Ray Milland. Sus éxitos en EE.UU. no le hicieron desvincularse de su amado México. Continuó su carrera hasta avanzada edad cantando en palenques y centros nocturnos, así como actuando en la televisión. Éste atractivo actor y cantante, realmente le dio un giro a la línea de galanes del cine mexicanos, ya que ¿Quién no se enamoraría de un chico con facciones finas, bonita sonrisa y bella voz? Es cierto que la mayoría de los actores mexicanos  entraban a la industria del cine porque sabían cantar y no realmente por tener oficio como actores pero igual aportaban su granito de arena. Es complicado definir si en la época del cine de oro mexicano el factor musical fue un aporte positivo a la herencia del patrimonio de películas, ya que realmente era como ir a ver un concierto pero observado desde la pantalla grande. Las canciones que se veían en las películas de aquella época no eran malas necesariamente; actualmente seguimos cantando en las fiestas cuando ya están todos ahogados en refresco, “Allá en el rancho grande”; pero si se analiza desde un punto de producción, el aporte en cuanto historia era mínimo, ya que la mayor parte de la película lo que veías era a personas interpretando canciones. Uno de  los grandes intérpretes más reconocidos del cine mexicano fue Pedro infante, que a más de cuarenta años de su trágico fallecimiento, el Ídolo de Guamúchil -nacido en Mazatlán- sigue presente en los hogares mexicanos gracias a la constante repetición de sus películas por la televisión.
La calidad de sus interpretaciones fue dispareja y aun así Infante brilló por encima de tramas absurdas y de personajes ajustados como una segunda piel a su estilo interpretativo. Es cierto que le ayudaron sus canciones, pero no todas sus cintas fueron musicales. En todo caso, el público lo adoró aún por encima de actores más capacitados.
Sus primeros filmes no apuntaban hacia la creación de un mito. El resultado de su primera reunión con el director Ismael Rodríguez -Escándalo de estrellas (1944)- no permite pronosticar lo que surgiría de esta colaboración. Tuvieron que venir varios títulos, entre ellos ese monumento popular que es Nosotros los pobres (1947), para que la figura de Infante se incluyera dentro de la mitología del cine mexicano. A partir de entonces su fama, sus películas, sus amores y sus canciones se adentraron en el corazón de una sociedad que lo adoptó como al más querido de sus hijos.
¿Por qué se formo por parte del público mexicano, una familiaridad tan apegada a las interpretaciones de Pedro Infante?  Definitivamente no podemos exaltarlo como el gran actor pero si un buen cantante; para muchas amas de casa el hecho de ver a un hombre varonil, guapo y  fuerte, que aparte representaba lo que todo mexicano debía ser: hijo respetuoso, amigo incondicional, amante romántico, hombre de palabra. Vendía al sector femenino el sueño de tener un marido como don “Pedro Infante, el marido ideal”. El concepto de "macho mexicano" alcanza en Infante una acepción difícil de comprender fuera de México ya que no es un hombre violento, capaz de dañar a las mujeres. Por el contrario, es un pícaro simpático, inconstante, fiel a sus infidelidades, pero eso sí: con un gran corazón.
De la extensa galería de estrellas del cine mexicano, Pedro Infante es el único que ha podido unificar los sentimientos del público. Hombres, mujeres, adultos, niños, jóvenes y ancianos encontraron en él a alguien siempre cercano a sus vidas. Su popularidad ha seguido creciendo conforme se agregan nuevas generaciones de mexicanos.
No descarto la idea de que en la época de ranchería y musicales del cine mexicano, surgieron grandes intérpretes que encerraban su talento, en tener una bella voz y algunas veces resultar atractivos a las mujeres; pero sí que en definitiva se pudo haber trabajado más la parte de producción en aquella época, para lograr no solo buenas películas, si no grandes interpretaciones por parte de nuestras divas y galanes. El cine de oro mexicano paso por muchas etapas;sIncluso la mujer de esa nueva clase media tuvo la oportunidad, en apariencia, de competir en aquella sociedad moderna y tolerante. Así, nuevos personajes femeninos se sumaron al progreso social: las Mujeres que trabajan, que venía a suplir a las hembras-objeto del cabaret, las Mujeres sin mañana y las Mujeres sacrificadas.
Por supuesto, para guiar a esas mujeres que asistían al Salón de belleza, a Las tres alegres comadres y a Las interesadas, personificadas por Amalia Aguilar, Lilia del Valle y Lilia Prado. No puedo decir que me encanta la forma en que pintaban las relaciones de pareja, ya que todo era alrededor de infidelidades y aunque la mujer, efectivamente ya era más independiente, seguía llevando el miso molde que hasta hoy sigue siendo la forma en que se manejan los papeles femeninos en las películas mexicanas. Así que realmente nunca hubo un gran cambio en el cine mexicano en la que fue nuestra mejor época. Realmente la razón por la cual se tuvo tanto éxito, fue porque las demás industrias fílmicas se encontraban en un paro total debido a la guerra, y México era la púnica fuente que se encontraba neutral así que la industria del cine creció, pero ¿Podemos decir que realmente aprovechamos la situación  que se nos presento en aquellos y tiempos? He disfrutado sin duda muchas de las producciones que surgieron en la época del cine de oro, pero a mi punto de vista, deja mucho que desear que se haya mantenido siempre el mismo patrón, pudiendo haber experimentado para realzar la calidad del cine mexicano. Jamás se le permitió a nuestros galanes y divas, explotar su talento para mostrar, no solo nuevas propuesta, si no salir del molde de una sociedad regida por estereotipos y machismo. Lo que nunca nos permitimos como público es tener una visión que deje de ser cuadrada, para lograr ser una sociedad crítica, que al observar históricamente los momentos de triunfo, no pensara ¡Fuimos los mejores! ¡Pobres gringos no sacaron ni una buena película! ¡México fue la cabeza fílmica mundial! ¿De que sirve vanagloriarse de los triunfos del pasado? Cuando hoy día, la industria del cine mexicano tiene un declive de temática y ola de violencia. No tomamos los puntos fuertes, ni las fallas, de la época del cine de oro mexicano para lograr una sinergia de componentes que permitiera que México hoy fuera la industria fílmica con más auge.
Al aprender un poco de historia, y ver películas de machos rancheros y mujeres malvadas o sumisas, podríamos realmente llenar el hueco que falta para lograr un cine, que realmente pudiera llamarse de calidad. La época del cine de oro mexicano fue un triunfo para la sociedad mexicana debido a la situación mundial, más no al poder de innovar y la lucha por algo nuevo. Así que vale la pena pensar, que hubo muchos actores y actrices que si dejaron una huella importante en nuestro patrimonio cinematográfico, pero lo ideal es observar el camino empedrado que dejaron por delante; que deja a las generaciones actuales con un mundo de ideas para innovar y no seguir queriendo, recrear personajes del pasado que tuvieron mucho éxito, pero que hoy podrían ser solo la base de nuevas grandes estrellas.

¿Seguiremos por siempre conformándonos lo que nos ofrecen actualmente los directores mexicanos? o encontraremos una verdadera identidad que dará calidad verdadera a la industria del cine mexicano.

martes, 14 de septiembre de 2010

Segundo dia de clases

"Segundo dia de clases"


Al entrar a la escuela después de unas largas vacaciones siempre te da la ilusión de volver a ver a tus compañeros. Igualmente no se puede negar  que también se espera el hecho de conocer a tus nuevos profesores  y saber  si las materias que llevarás serán pesadas o interesantes. Hoy fue mi segundo día de clases ya como estudiante de quinto cuatrimestre de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Sin duda me siento satisfecha con las materias y profesores del día de hoy; tengo que admitir que el hecho de ver en mi horario "Fundamentos de la política y psicología no fue alentador, pero para mi sorpresa, la presentación de los profesores contando en cuenta el temario de las materias logró  captar mi atención. Pero ¿Qué es la atención en la comunidad estudiantil actualmente? Pues es no más que una carrera o materias que puedan entretenerte ¡Ha si! pero que no te dejen muchos trabajos como requisito. Me he dado cuenta que actualmente nosotros como estudiantes hemos perdido el interés por aprender cosas nuevas; tristemente hace no mucho escuche que a nuestra generación la denominan con el alias de "Generación X"; no entendía porque nos llamaban así hasta que analicé la historia de estos años y observé que aunque si se han logrado muchos avances tecnológicos, no ha habido gran innovación de las generaciones actuales. He ahí cuando entendí que si nos predisponemos como lo hice el día de hoy al escuchar el nombre de una materia, o si te dicen ¡Vamos lee éste libro! y lo único que pasa por tu cabeza es !Hay no que flojera! realmente no podemos esperar un avance en conocimientos ni a nivel personal. Y bueno desde ahí se empieza; tratemos de no criticar a todos menos a nosotros, que gran carga de lo que pasa en éste país, es porque no tenemos la disposición de movernos de la zona de comfort

Zoot Suit

Zoot Suit


Es una obra empapada de historia y hechos verídicos; podría decirse que el tema que tocan es profundo ya que sumergen la trama de los pachucos con el racismo que se vivía en la época de la segunda guerra mundial en Estados Unidos. Los puntos a resaltar de ésta puesta en escena son: el lenguaje exótico utilizado, los vestuarios que sin duda están totalmente apegados al pachuquismo y el baile que nos da el exquisito ritmo del swing. Tomando todas estas indudables características que hacen a ésta una buena obra, no pasa de ser un buen espectáculo, ya que dentro de un marco estricto de arte, no podría decirse que cumple con los requisitos para no sólo ser un buen rato de entretenimiento si no una verdadera obra de arte. La principal propuesta de Zoot Suit es sin duda entretener e informar al espectador, no ahondar en un mensaje subjetivo que demandé analizar minuciosamente el contenido teatral y cultural.
Como espectador en todo momento se cuenta con una línea que te guía durante las 2 horas para entender ¿Qué pasa?, ¿Por qué?, ¿Cuándo?, etc. Al tener un mensaje tan digerible no podemos entrar en conceptos más subjetivos ni menos analizar los puntos de estética establecidos por grandes filósofos, escritores y músicos. Entendiendo esta idea, podemos llegar a la conclusión que no todo en la vida es arte y que hay excelentes formas de entretenimiento a las que se les debe de analizar desde un punto de producción. En ésta representación del teatro chicano, el escenario al no ser cargado permite enfocar la atención en los actores, en los vestuarios y en los diálogos. La iluminación sin duda juega un papel importante en muchos fragmentos de la obra dando fuerza a los bailes, ayudando a los actores a dar énfasis en la parte clímax de una frase o simplemente para mantener al público con expectativa e interés.
La interacción con el público por parte del personaje “El pachuco” logra dar la sensación a las personas de estar presentes en la obra, de ser parte de la obra; situación que desde un punto de producción es el mayor logro, ya que se mantuvo al espectador atento, por que se logró entretenerlo. Mi conclusión sería que aunque muchas de las puestas en escena a las que uno asiste no son obras de arte, no se les puede descartar por mero elitismo intelectual, ya que también tienen toda una historia atrás y atributos que las hacen únicas.