“La familia del bicentenario”
En éste bicentenario el verdadero espectáculo no fueron las luces o fuegos artificiales, fue observar la tradición familiar que año con año se lleva a cabo por miles de mexicanos ¡El pozole, los pambazos, las tostadas, el rico arroz con leche y el simple hecho de pasar un buen momento en familia!
Es de verdad de aplaudirse la devoción con la que se siguen ciertas costumbres en nuestro país. No importa si conoces a Miguel Hidalgo o Morelos, ya que si tienes un buen sazón en automático te conviertes en un héroe o heroína de las fiestas patrias.
La heroína de la familia Muñoz éste año fue la tía Silvia Cabrera, que logró después de horas cocinando, el estallido perfecto de los granos de maíz y un menú extenso de ingredientes que hicieron de éste no sólo un plato de pozole, si no “El pozole”.
Después de haber saboreado la gama de platillos preparados, pasamos a la sala a un divertidísimo momento de karaoke familiar; que en pocas palabras significa que nadie sabrá cantar o que mi primo José, que se cree el potrillo, intentará impactar a todos cantando “Mujeres divinas”; pero lo que muchas personas no saben es que lo que te da puntos en el karaoke familiar es precisamente no saber cantar, ya que es lo que divierte.
Momentos después de la risa y la tortura auditiva, prendimos la tele para observar el teatrillo que se aventaron las autoridades de nuestro país; y claro para ver a “Don Felipe Calderón” dando el famoso grito, que curiosamente resultó ser un grato momento familiar.
Así que ¿Realmente qué fue el bicentenario? ¿Qué fue lo que festejamos? Me pregunto. Porque a nivel país seguimos teniendo infinidad de problemas; pero he ahí cuando tenemos que entender que no todo es narcotráfico, ni corrupción, ni violencia.
Hay personas en éste país que todos los días se levantan temprano para ir a trabajar o a estudiar, que sienten gusto por estar con su familia y tienen mucho que ofrecer. Es sólo que nunca volteamos a ver a esas personas que con granitos de arena han ido sacando a México adelante.
Pensemos entonces ¿Qué es lo que vale la pena observar al hablar de nuestro país? ¿Es más valido criticar que encontrar acciones para llegar a una solución? El bicentenario no fue más que una fecha importante para que volteemos a ver a aquellos que se esfuerzan por tener un espíritu de identidad, libertad y fraternidad, ya que si como si festejamos, nos unimos para encontrar soluciones, México ya sería una potencia mundial.
Cuida que los textos no sean tan largos, porque nadie te leera... saludos!!
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